martes, 18 de noviembre de 2008

El tío hecho por su traje

Hace tanto tiempo que no paraba demasiado por Los Remedios que no me había percatado de lo que el hábito puede hacer al monje. Y por tanto, no me acordaba de esta especie, de la que conozco varios nombres propios, y algunos individuos que se unirán al clan en el futuro.

El tío hecho por su traje es la versión actual del yuppie ochentero, pero con menos hombreras, claro. Su hábitat principal es su despacho, que cuenta con un ordenador de última tecnología, un perchero de diseño del que cuelga un abrigo carísimo, en cuyo bolsillo hay una PDA con más tonterías en cuanto a software y prestaciones que el cuarto de baño de Sara Montiel. La mesa de dicho despacho será de madera noble, y el sillón posiblemente de ésos de cuero, con masaje incorporado.

Cuenta El tío hecho por su traje además con un coche tipo Mercedes SLK, de los que al adelantarte te peinan, y que tienden a producir el llamado 'Síndrome Golf'. Pues El tío hecho por su traje parece sufrir adicionalmente un extraño síndrome de posesión demoníaca dado por tener que vestir un traje, generalmente negro, azul oscuro o gris, pelo engominado y portafolios. Para empezar no camina como los seres humanos normales, sino con un aire de 'tengo tanta prisa que el simple hecho de perder medio segundo saludándote cuesta 2000€'. No tengo ni idea de cómo mea, pero será la versión evacuatoria de lo mismo.

Una mañana tuve que ir al Colegio de Médicos, donde había como una veintena de individuos de El tío hecho por su traje. Iba yo en mi versión hippilonga, con un forro polar 5 tallas mayor que yo, y un pantalón tipo cargo, pero sin fruncir, que lo de llevar pololos no me va. Así que el contraste era más que evidente. Pues en 0'2 sentí como la ruborización se apoderaba de mi persona, al sentirme observada al unísono por esta piara, con sonrisa ladeada como pensando 'ésta no pega aquí ni con superglue'. Nunca he visto la misma cara repetida en tanta gente junta (¿viene de serie con el traje?) O quizá con cierta nostalgia ante mi libertad de vestimenta. Es igual, me puse roja como un tomate y les dirigí la mirada analizadora para poder agregar esta especie a mi recuento.

Mediometro (que creo que se unirá a esta especie en cuanto se licencie, pobrecillo) me dijo una frase que va al pelo: 'Eres tan pobre que sólo tienes dinero'

No hay comentarios: